“Las oficinas no van a desaparecer a pesar del teletrabajo, pero en este nuevo escenario habrá que tener muy en cuenta que en muchos casos los trabajadores estarán de paso y el trabajo será híbrido, es decir, combinarán el trabajo presencial con el remoto”, según Martín López, director comercial de Ofita.
En esta “nueva normalidad” la seguridad tendrá un efecto decisivo en la transformación del espacio. Pero además la crisis sanitaria ha colocado al teletrabajo como una dinámica clave en la era post-COVID. Esta circunstancia ya está provocando un impacto en el diseño de oficinas. “Si el trabajo es flexible también deberán ser flexibles las oficinas para permitir ocupaciones de la oficina variables; para poder reaccionar mejor a futuros planes de contingencia, y flexibilidad para facilitar a los empleados dentro de la misma oficina diferentes espacios y reconfigurables que faciliten sus funciones.
Señala el director comercial de Ofita que dependiendo de las funciones de cada trabajador y de su vulnerabilidad ante el contagio, habrá que plantearse qué personas necesitan o no tener un espacio físico y definido. Por lo tanto, no siempre tiene sentido que cada persona disponga de un puesto asignado.
Cada día más empresas optan por la “no territorialidad”, donde todos los espacios son de todos los empleados. “Este sistema permite un ahorro considerable de espacio, confiere a la organización una mayor flexibilidad y rapidez de adaptación y crecimiento y apoya la movilidad de los trabajadores y sus nuevas formas de trabajo”, afirma Martín López. “Cada espacio diseñado para una actividad o dinámica de trabajo en concreto (trabajo concentrado, en equipo, comunicación informal, confidencialidad, etc)”.
Espacio de concentración
Espacio +tecnología + personas, las oficinas en la era del teletrabajo
Según Martín López, más que nunca, en la nueva normalidad tres elementos serán indisolubles en el diseño de las oficinas: espacio + personas + tecnología.
“La tecnología es uno de los grandes retos de las nuevas oficinas. Promueve la movilidad e impulsa la colaboración remota entre diferentes equipos dispersos geográficamente. La falta de conectividad imposibilita un uso de puestos versátiles”. Además, la tecnología para reservar los diferentes espacios serán una de las mayores incorporaciones de las nuevas oficinas.
Socialización, el nuevo rol de la oficina
¿Por qué y para qué iremos a la oficina? “En unas ocasiones para co-crear y en otras en busca de las condiciones óptimas para concentrarnos”, según Martín López. “Necesitamos formar parte de una comunidad; intercambiar y relacionarnos, y ese es el nuevo rol de la oficina”.
Por último, señala el director de marketing de Ofita, que “podríamos decir que la crisis sanitaria ha humanizado las empresas. Nos hemos dado cuenta de que las personas y su bienestar son lo prioritario”.
En consecuencia, la oficina también se humaniza. “No sólo para crear un entorno confortable para sus empleados, también para transmitir a través del espacio esos nuevos valores que nos hablan de ética, responsabilidad, sostenibilidad y compromiso con las personas”, afirma Martín López.
