Los espacios de trabajo ya no son los mismos de antes. Si hasta hace algunos años era usual ver cubículos perfectamente separados entre sí, hoy ese paradigma  han quedado atrás, dando cabida a sitios colaborativos, con áreas para la creación, y donde los trabajadores tienen un peso importante en la toma de decisiones.

Lo anterior se explica como una manera de retener a los empleados y de esta manera, evitar que se fuguen los talentos, cada vez más escasos. También, debido a que está comprobado que un lugar donde los empleados se sientan a gusto los vuelve más productivos y creativos. Es por esto que las empresas están realizando diversos cambios en la sociología de los lugares de trabajo, tanto en la gestión del personal como en el mismo diseño de las oficinas.

Algunas de las formas en que los empleados están cambiando los diseños de los lugares de trabajo se refleja a través de espacios adaptables y personalizados, donde los jefes se preocupen por las emociones del equipo que tienen a cargo, por nombrar algunos ejemplos.

  1. Espacios informales

Debido a la naturaleza cambiante de cómo, cuándo y dónde trabaja la gente, las organizaciones necesitan cada vez más espacios informales, donde las personas puedan tener reuniones, hacer llamadas privadas o simplemente dedicar tiempo para el ocio y la recreación.  

 

 

Para Jordi Marugan, Senior Leasing Manager de McArthurGlen Group, es importante disponer de espacios de trabajo capaces de adaptarse con facilidad y rapidez a diversas funciones. “Para los que trabajamos en sectores muy dinámicos, en entornos internacionales, es fundamental la existencia de oficinas versátiles y multifuncionales que nos permitan desde mantener reuniones o videoconferencias hasta poder disfrutar de momentos de esparcimiento con el resto de compañeros”, explica en un artículo publicado en El Economista.

  1. Jefes accesibles, un nuevo liderazgo

El tipo de liderazgo autoritario, donde los jefes solían únicamente dar órdenes a los empleados sin conocerlos mayormente, es un paradigma casi obsoleto. Hoy, los nuevos líderes son cada vez más accesibles y cercanos, más tutores que dirigentes, y eso se traduce en el espacio físico. En ese sentido, ya no se estila que tengan una oficina separada de sus trabajadores, sino que están inmersos entre ellos, como un funcionario más.  De esta manera, pueden controlar de mejor forma las tareas de su equipo y responderles sus dudas cuando las necesiten.

Sin embargo, esta cercanía no es sólo física. Los expertos recomiendan que los jefes estén disponibles virtualmente cuando no puedan estar físicamente en la oficina. La multitud de aplicaciones tecnológicas que existen en la actualidad ayudan a lograr ese objetivo. En una nota publicada en Cronista.com, se especifica que esta tendencia adquiere mayor relevancia entre los jefes millenials, que al fomentar la flexibilidad laboral tienden a comunicarse con sus empleados mayormente por WhatsApp, estando conectados 24/7.

  1. Tecnología en todo momento

En Internet ya se habla de la web 4.0 y la era post digital. Las organizaciones no pueden estar ajenas a este cambio, y deben incorporar la mayor cantidad de herramientas tecnológicas en sus sistemas operativos y proporcionarlas a sus empleados. Según un estudio realizado por VMware sobre las tecnologías del espacio de trabajo digital, se señala que en España los trabajadores empoderados, aquellos que tienen un mayor acceso a sus aplicaciones deseadas y necesarias para trabajar, tienen el triple de probabilidades de aumentar su productividad y reducir en un 16% el tiempo dedicado a los procesos manuales.

 

EDP Oviedo

 

  1. Diseño personalizado

Las nuevas demandas laborales han impulsado que los diseños de los espacios de trabajo sean cada vez más consultivos que nunca. Esto significa que los empleadores ya no deben remodelar la oficina como una decisión unilateral y basada en las propias creencias, sino establecida en base a las expectativas y necesidades de sus colaboradores, capacitándolos respecto de sus nuevas funcionalidades en caso de ser necesario.

 

espacios de trabajo

 

“Para que un espacio sea exitoso, las personas necesitan interactuar con él, hacerlo propio. El lugar donde trabajamos no sólo es el lugar donde se desarrollan las tareas, también posee una importante carga simbólica que influye sobre la propia identidad de los trabajadores y definirá su sentido de pertenencia y el compromiso que asuman con la compañía”, comentan en un artículo publicado en Plataforma Arquitectura.

En este mismo artículo se plantea que al conferirles a los empleados más participación en la toma de decisiones sobre el diseño del espacio de trabajo, aumenta la percepción de control que tienen sobre su entorno, repercutiendo en una mayor satisfacción y productividad.

  1. Las emociones importan

Despertar las emociones de las personan para aumentar su grado de motivación y compromiso en la empresa se está transformando en una nueva tendencia. Promover el sentido de pertenencia, fomentar conexiones sólidas y crear espacios diseñados para relacionarse con otros en todo momento son algunos ejemplos de las técnicas que se pueden implementar con este propósito.

Durante las últimas décadas han surgido una serie de estudios sobre el impacto de las emociones en el trabajo, concluyendo que los estados de ánimo -tanto positivos como negativos- impactan en el rendimiento. A raíz de esto, los directivos deben ser capaces de redirigir sus esfuerzos al desarrollo de la inteligencia emocional de los empleados.  Aunque existen diversas técnicas con esta finalidad, algunas recomendaciones planteadas en la Escuela Europea de Management afirman que la organización debe ser capaz de ofrecer sistemas de recompensas y compensaciones para que los empleados se sientan realizados y satisfechos. También, que estructuren la asignación de puestos teniendo en cuenta la inteligencia emocional de cada profesional, acorde a sus capacidades técnicas y sociales.