Es muy común que los empleados pasen más tiempo en el trabajo que en cualquier otro lugar. Entonces, ¿por qué no invertir en un entorno estimulante y dinámico? La última tendencia es eliminar puertas, paredes, tabiques y otros obstáculos a favor de la libre circulación en una oficina.
Los antiguos espacios fragmentados dan paso a enormes salas, abiertas y transparentes, que son capaces de albergar decenas de profesionales. En las salas de descanso ocurre lo mismo, buscamos espacios y zonas adecuadas para compartir los momentos distendidos con nuestros compañeros de trabajo.
Contar con un espacio separado donde los empleados puedan comer, ofrece ventajas no sólo para ellos sino también para la empresa. Está comprobado que aumenta la productividad, reduce los retrasos, y es una buena forma de contribuir a la integración de los empleados que, sin duda, ayudará a una buena relación entre ellos y mejorará el clima laboral.
El espacio ideal
Es importante que los empleados tengan a su disposición una sala con el equipamiento necesario para calentar la comida, una nevera, un lugar para realizar pequeñas celebraciones y hablar informalmente.
La decoración del comedor será según el estilo de la empresa y se reflejará en los tipos de muebles. Siendo más común la mesa larga, sillas o hasta incluso bancos. Todos sabemos que los espacios amplios son más cómodos y aportan más calidad de vida a los empleados. Por lo tanto, si hay más de una mesa se recomienda un estándar mínimo entre sus distancias.
El espacio también debe estar bien iluminado y ventilado. Cuando sea posible, usa el máximo de iluminación natural. Las bombillas que consumen poca electricidad son una buena opción. A la hora de pintar las paredes opta por colores claros y sobrios, porque contribuyen a un entorno más agradable y tranquilo.
Los muebles
Los muebles son esenciales para dar vida al comedor, transmiten la imagen de la empresa y sobre quien la usa, es decir, enseña la importancia del empleado a su compañía. Es muy importante que las empresas inviertan en muebles de calidad, con sillas que permitan mantener una buena postura, y sillas independientes, donde cada uno pueda ajustar la distancia a su gusto.
Uno de los elementos más importantes son las mesas, las cuales deben proporcionar comodidad, seguridad y cuadrar con el número apropiado de personas. Los colores de las mesas deben ser ligeros y suaves, para que la comida sea un momento de tranquilidad. Dejamos los colores fuertes para los manteles, que transmiten más alegría al espacio. Cuando el ambiente recibe una atención especial, las personas también se sienten más motivadas y valoradas. Transformar las comidas en momentos de mayor interacción es muy compensador.
