¿El nuevo modelo de trabajo híbrido cuestiona el papel de la oficina? No, al contrario; de hecho, pone en valor su rol como facilitador de las nuevas dinámicas de trabajo y culturas corporativas.

A medida que vamos avanzando hacia la normalidad, la pregunta que nos hacemos todos es cuándo volveremos a la oficina. Ha quedado atrás la noción de que el teletrabajo era algo temporal; no hay duda, pero, sin embargo, la mayoría de las compañías insisten en que su personal deberá presentarse a la oficina dos o tres días por semana cuando termine la pandemia.

La principal razón es que la oficina genera un espíritu de equipo que facilita y fomenta la creación e innovación, que probablemente no se hubieran dado si todos trabajan aislados. Es el ecosistema idóneo para las ideas.

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Por ello, a pesar de que la variante Delta de la Covid-19 ha llevado a algunas empresas a retrasar nuevamente el regreso de sus empleados a las oficinas, lo cierto es que a medida que el ritmo de vacunación avanza en España, son cada vez más las empresas que apuestan por una vuelta al trabajo que combine los beneficios de la actividad presencial con las del teletrabajo. Es decir, por un modelo de trabajo híbrido.

De hecho, el 65% de las empresas optará por un modelo de trabajo híbrido, según un informe de Boston Consulting Group.

¿Por qué un modelo de trabajo híbrido?

Un modelo de trabajo híbrido genera dinámicas laborales más eficaces y productivas al combinar lo mejor de la presencialidad y del trabajo en remoto. El teletrabajo, además, ahorra costes en infraestructuras y servicios a la empresa y en desplazamientos a los empleados, y permite la flexibilidad horaria y la conciliación con la vida personal y familiar.

Son reseñables igualmente los beneficios del trabajo presencial, principalmente los relacionados con la necesidad de interactuar con otras personas. Es la mejor manera de conectar con otros. Necesitamos reunirnos con compañeros, intercambiar ideas y sentir que formamos parte de algo. Los días en la oficina son para socializar.

El trabajo híbrido, ¿qué tipo de oficina necesita?

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Con un modelo de trabajo híbrido, la oficina pierde protagonismo como lugar fijo asignado a una persona para realizar una tarea concreta y lo gana como espacio de cocreación y relación entre compañeros.

Por otra parte, de ser un escaparate físico de la marca, donde se plasman sus logotipos y colores, pasa a convertirse en uno de los actores protagonistas en la creación de su cultura corporativa, el único lugar donde la compañía transmite sus valores y atributos.

La oficina es el único lugar donde la compañía transmite sus valores y atributos

La oficina debe ser un lugar atractivo, que invite a la colaboración y la comunicación espontánea. También es importante que facilite espacios para quienes tengan reuniones virtuales y/o necesiten privacidad o áreas de concentración.

Su funcionalidad y concepto cambian, pero también su diseño. Para atraer y motivar a una plantilla acostumbrada a trabajar desde casa, la oficina debe tener atributos que contribuyan a la motivación y bienestar de los empleados. Los trabajadores demandan oficinas seguras, más humanas y con espacios informales.

La perspectiva de los trabajadores ha cambiado y hoy las personas le damos más relevancia a temas como la flexibilidad y la salud. Estos son los puntos de mayor interés en el regreso a la oficina.

Flexibilidad y salud en la oficina, claves para los trabajadores

Está claro que los protocolos de higiene y las medidas de distanciamiento son claves para que los trabajadores se sientan seguros. Por ello, guían el diseño de las nuevas oficinas. En este reto, contamos con la ayuda de la tecnología que nos permite, por ejemplo, la reserva y gestión de los espacios para un uso seguro de la oficina, como el software que nos ofrece Bookker. También con soluciones de equipamiento como las cabinas de oficina Vetrospace.

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Cabinas Vetrospace

Pero, además, la pandemia ha puesto sobre la mesa el debate de la gestión emocional en el entorno laboral y la necesidad de que las empresas ayuden a mejorar la salud psicológica de unas plantillas emocionalmente impactadas por la crisis sanitaria. La oficina puede ser un buen aliado de estas políticas al facilitar a los empleados un entorno seguro y en el que se sientan a gusto.

Los nuevos sistemas de trabajo híbridos tomarán distintas formas, pero prevalecerán fundamentalmente dos modelos: la combinación cinco días en casa y cinco en oficina y el 3+2 (tres días en presencial y dos en casa). Sea cual sea el modelo, lo cierto es que el papel de la oficina como facilitador adquiere mayor valor.