El 77% de los teletrabajadores no está cómodo con la silla de trabajo que utiliza en casa y el 93% cambiaría la silla de su casa por la que tiene en la oficina. Estos datos ponen en relieve la importancia de la ergonomía a la hora de seleccionar el mobiliario de oficina y de trabajo, especialmente la silla.

La gran mayoría de trabajadores en casa ya están padeciendo los efectos de pasarse 8 horas al día sentado en una silla inadecuada. La fatiga visual y el síndrome del túnel carpiano causado por movimientos repetitivos son dos de las dolencias más comunes, aunque, sin duda, los dolores lumbares y de cuello causados por mantener malas posturas frente al ordenador son los más frecuentes.

Dolencias asociadas a trabajar en una mala silla.

Según un estudio sobre ergonomía en el trabajo de Ofita, más del 60% de los trabajadores se quejan de dolores de espalda, el 17% de dolor muscular en brazos y piernas y el 45% declara trabajar en posturas dolorosas o que provocan fatiga.

Cuidar el modo en el que nos sentamos, mantener una postura cómoda o establecer descansos para caminar o estirar son algunas de las rutinas que tenemos que incorporar a nuestro trabajo en casa.

¿Qué es una silla ergonómica?

Pero, sin duda, lo más importante es contar con una silla ergonómica. ¿Qué significa? Una silla ergonómica es la que se adapta a su usuario, atendiendo a la variedad de individuos, y no a la inversa.

La ergonomía es el conjunto de conocimientos científicos aplicados para que el trabajo, los sistemas, productos y ambientes se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de la persona.

La característica primordial que diferencia una silla ergonómica de una silla “normal” es la posición en la que queda nuestra espalda cuando estamos haciendo uso de ella y que nos permita “estar sentados en movimiento”.

 

Silla ergonómica Like de Ofita

Una silla inadecuada hace que nuestro cuerpo adopte una postura en la que el fémur y la columna forman un ángulo de alrededor de 90º, obligando a nuestra columna a amoldarse a una posición estática en la que perdemos completamente la capacidad de estirar el arco lumbar.

Por el contrario, la silla ergonómica nos obliga a adoptar una posición más dinámica en la que nuestro fémur y nuestra columna forman un ángulo mucho más abierto y favorece la posición natural del arco lumbar. 

 

Hara de Ofita

El asiento de una silla ergonómica

El asiento perfecto es el asiento regulable en altura. La silla debe estar posicionada respecto a la mesa dependiendo de la altura de la persona que la use. Por ello, una buena silla de oficina deberá tener una palanca que la regule. Otro detalle importante es que la parte de delante del asiento debe tener una inclinación hacia abajo para que no oprima la parte anterior de las rodillas y la sangre pueda circular sin problemas.

Los asientos no han de ser excesivamente blandos; mullido pero que proporcione un apoyo firme en toda su superficie.

Ergonomía en la silla, ¿cómo debe ser el respaldo?

El respaldo de una silla ergonómica y de calidad deberá ser reclinable, estar adaptado a nuestra columna vertebral y ofrecer apoyo a la zona lumbar. Las mejores sillas de oficina son aquellas que facilitan el estiramiento del arco lumbar y para ello, las más apropiadas son las que están fabricadas con materiales firmes, pero flexibles.

Un ejemplo perfecto son nuestras sillas más ergonómicas: Dhara, Like, Mya, Hara, Fortis, Play, Bossa… Algunas puedes encontrarlas ya en nuestra tienda on line.

Al hablar de la ergonomía en la silla, es muy importante reseñar que el respaldo debe posibilitar que adoptemos una postura erguida, brindando apoyo al tronco en su totalidad, y en particular es especialmente importante el apoyo del área lumbar. Debe disponer también de cierta curvatura, visto lateralmente, para adaptarse a la forma de la espalda. 

Además de estos requisitos, es muy importante que la silla de oficina lleve incorporado el sistema Sincro. Es el que permite que el respaldo se incline en un movimiento sincronizado con el asiento, favoreciendo el movimiento natural del cuerpo y evitando que estemos muchas horas en la misma posición.

 

Apoyabrazos, indispensables en una silla ergonómica

Los reposabrazos son convenientes para dar apoyo y descanso a los codos y antebrazos. Tienen que estar fabricados de manera que los brazos, una vez apoyados, formen un ángulo de 90º. También deben de estar lo suficientemente separados como para que quepa la persona con holgura y no quede oprimida entre ambos.

Deben ser algo menor que la del asiento para que no nos impida acercar la silla a la mesa. Además, deben ser gruesos y no deben tener bordes agudos.