¿Qué es y para qué sirve la ergonomía? Seguro que en multitud de ocasiones has escuchado esta palabra referida a una silla, sofá o colchón, sin embargo, es también aplicable a todo tipo de objetos, maquinaria y mobiliario que se adapta para ofrecer un mayor confort a quien lo utiliza.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ergonomía es el “estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia”. Esta definición va en línea con  la de la Asociación Española de Ergonomía, que afirma que el objetivo de este estudio es “adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del ser humano”. En ambos casos coinciden en que tiene por objeto hacer que los objetos se adapten a las personas para facilitarles el trabajo y hacerlos más cómodos.

Por otro lado, este concepto aplicado al trabajo puede ser entendido como una serie de pautas a tener en cuenta para mantener nuestra seguridad y bienestar durante nuestro desempeño profesional. En este sentido, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recoge en su Portal de Ergonomía una serie de puntos básicos como las posturas de trabajo, la iluminación, el ruido y vibraciones, temperatura, trabajo con ordenador, etc. Es importante que cuando estamos trabajando, sea el tipo de trabajo que sea, tomemos unos buenos hábitos con el fin de mantener nuestro bienestar: elegir las posturas correctas cuando nos sentamos, realizar el levantamiento de cargas de forma adecuada, posicionarse frente a la pantalla del ordenador con la distancia y ángulo recomendado, tener una correcta iluminación y temperatura, etc. De esta forma evitaremos lesiones que puedan degenerar en problemas de salud severos.

Diversos manuales recomiendan las mejores posturas para sentarse correctamente en la oficina, sencillos ejercicios a realizar para evitar las cargas musculares o el uso de elementos como reposapiés o reposamuñecas. Sin embargo, la elección de un mobiliario correcto es casi tan importante como todas estas pautas. En Ofita contamos con una amplia gama de sillas, mesas, espacios de reunión etc., que cuentan con lo último en innovación aplicada al sector y que mejora no solo el diseño de sus productos sino que también favorecen una mayor ergonomía.

Un ejemplo de esto es la mesa iSurf, que incorpora un panel central elevable que arroja una suave luz cálida sobre la superficie del tablero para mejorar la visibilidad de quienes se sienten a trabajar en ella.

Por lo que respecta a las sillas de Ofita, toda esta amplia gama de productos está pensada para ofrecer la mayor ergonomía gracias a sus formas, materiales y las piezas articuladas o regulables de modelos como Iroha, diseñada por Isao Hosoe, y que cuenta con un sistema que une los brazos y el apoyo lumbar, de forma que cuando el usuario se sienta y regula los reposabrazos a su altura, automáticamente tiene ubicado el apoyo lumbar de forma correcta, lo que mejora su postura para evitar lesiones.

Silla para oficinas Iroha

Otro ejemplo de silla ergonómica es el modelo Fortis, que cuenta con regulador para reposabrazos, tanto en altura como en su posición horizontal, nivel de la silla y bloqueo del respaldo.

En definitiva, con un estudiado trabajo de diseño y unos hábitos correctos en el trabajo, podemos asegurar una perfecta ergonomía que mejore nuestro rendimiento y evite lesiones a largo plazo, además de una excesiva fatiga, por ello debemos tener en cuenta los consejos sobre salud en el trabajo y elegir los productos adecuados a la hora de equipar una oficina.