Las sillas son uno de los elementos centrales de la decoración de los espacios laborales pero si, además, están destinadas al despacho de un directivo de una compañía cobran un papel todavía mayor ya que ayudarán tanto a generar buena impresión, como a que la persona que ocupa el despacho se sienta cómoda y trabaje al cien por cien de sus capacidades. Hoy vamos a contarte cómo influye la excelencia en el diseño de las sillas de oficina en los despachos de dirección:
Las sillas ayudan a ser más productivos en el puesto de trabajo
Mantener una buena postura durante la jornada laboral ayuda a aumentar la productividad. Si al estrés que supone tener un cargo directivo, le unimos dolores de espalda o molestias propias de sentarse mal en el trabajo, el rendimiento de esta persona descenderá.
Es cierto que una buena postura en la oficina no solo depende de la silla, también de que nosotros adoptemos la posición correcta, pero sin duda ayuda. La silla perfecta para el despacho de un directivo debe ser ergonómica, ha de respetar la curvatura de la espalda y debe favorecer que el peso del cuerpo se reparta entre la silla y los pies apoyados en el suelo. De lo contrario, si el peso se cargara en las zonas lumbares, aparecerían los temidos dolores de espalda que en nuestro país suponen el dolor crónico más frecuente y que afecta a un 18,6% de la población española tal y como asegura un informe del Sistema Nacional de Salud.
Si quieres asegurarte de que los directivos de tu empresa cuentan en sus despachos con una silla a su altura, el modelo Electa Neo cuenta con cinco certificados de calidad que garantizan su excelencia.
Las sillas como elementos diferenciadores
La oficina forma parte de la estrategia de un negocio, debe estar decorada acorde a la impresión que quieras dar a tus clientes y proveedores cuando la visiten y las sillas forman parte de la imagen de tu oficina. La silla que acompaña a la mesa en la que trabaja un directivo deberá ser diferente a las sillas que se destinen para las visitas y reuniones que este reciba. Por tanto, la silla de un alto cargo tendrá que ser grande, con un respaldo que cubra toda la espalda y con reposabrazos, mientras que el resto de sillas que se encuentren en el despacho tendrán que ser de dimensiones más pequeñas y no será necesario que tengan reposabrazos o que cubran toda la espalda ya que las personas que las utilizarán van a pasar poco tiempo en ellas.
Un buen ejemplo de lo que te comentamos, podría ser la combinación de las sillas Fortis, para el directivo, y Mya, para las visitas, un modelo de silla cómoda y con un diseño muy cuidado.
Además de aspectos como la ergonomía y que las sillas sean adecuadas al espacio que ocupan, debes tener en cuenta que estas no desentonen con el resto de la decoración de la oficina y que mantengan relación con los colores corporativos de la empresa, por eso en Ofita disponemos de una amplia gama de colores para la tapicería, para que puedas personalizar tus sillas como tú quieras.
