La vuelta a la oficina es una realidad. Lo cierto es que el teletrabajo ha caído bastante a lo largo de este 2021. Según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), el teletrabajo se redujo hasta el 9,4%, en el segundo trimestre de 2021, lo que representa una caída de 1,8 puntos respecto a los tres primeros meses del año.
A pesar del descenso, las cifras siguen por encima de los datos previos al confinamiento, ya que en el segundo trimestre de 2019 solo un 4,8% de los ocupados teletrabajaban. Sin embargo, los datos de teletrabajo ocasional, en modelos híbridos, se mantienen por encima de los de 2020.
La vuelta a la oficina, una noticia positiva
Esta vuelta a la oficina está siendo una noticia muy positiva para todos aquellos trabajadores que echaban de menos el contacto personal con sus compañeros, un sentimiento mayor de comunidad o/y el trabajar en un entorno apropiado.
De hecho, el 53% de los teletrabajadores considera que trabajar desde casa ha debilitado la relación con sus compañeros, algo que no se detectaba un año y medio atrás.
Uno de los factores clave para que el teletrabajo funcione es que el trabajador se sienta confortable en el lugar en el que trabaja y de esta manera pueda dar lo mejor de si mismo. Algo que se aleja bastante de la realidad de miles de trabajadores. De hecho, según un informe sobre la Vuelta a la Oficina de InfoJobs, el 23% de las personas que han vuelto a la oficina lo ha hecho por decisión propia.
Las empresas también celebran la vuelta a la oficina porque han experimentado cómo la ausencia de un espacio de trabajo común ha impactado negativamente en aspectos como la conexión de la plantilla con el propósito o la visión de la compañía.
Aspectos a tener en cuenta para la vuelta a la oficina
La vuelta a la oficina no solo es un retorno a un espacio físico. Para muchas compañías, significa adentrarse en una nueva cultura y en nuevas formas de trabajar. Significa un nuevo modelo de relación laboral basada en la confianza, y que pone el foco realmente en las personas. Por ello, en las áreas de RRHH está siendo ineludible la gestión de aspectos como la conciliación, la flexibilidad o la diversidad. Y, por su puesto, las políticas de bienestar tanto físico como emocional de los empleados.
Por una vuelta a la oficina segura
En esas políticas de bienestar, la seguridad de los trabajadores es lo primero. Las empresas están poniendo en marcha en sus organizaciones diferentes programas de prevención y salud, y podríamos decir que por primera vez han tomado conciencia del papel relevante de la oficina en esas directrices.
Está claro que los protocolos de higiene y las medidas de distanciamiento en la oficina son claves para que los trabajadores se sientan seguros. En este reto, contamos con la ayuda de la tecnología que nos permite, por ejemplo, la reserva y gestión de los espacios para un uso seguro de la oficina, como el software que nos ofrece Bookker. También con soluciones de equipamiento como las cabinas de oficina Vetrospace o las pantallas de protección, que delimitan el espacio y protegen a los trabajadores.
En esta vuelta a la oficina, para atraer a una plantilla acostumbrada a trabajar desde casa, el espacio tiene que ser un lugar atractivo, y que sobre todo invite a la colaboración y la comunicación espontánea. Porque hoy el rol de la oficina es social. También es importante que facilite espacios para quienes tengan reuniones virtuales y/o necesiten privacidad o áreas de concentración.
El espacio de trabajo, en definitiva, debe velar por nuestra salud y facilitar la flexibilidad. Estos son los puntos de mayor interés en la vuelta a la oficina.
