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“La transformación tecnológica en la que estamos inmersos está configurando un escenario casi caótico, e impactando como nunca en nuestros modos de trabajo y organizaciones”. Con esta  afirmación, ha comenzado su exposición Martín López, director comercial de Ofita, en la jornada sobre nuevos espacios de trabajo “Oficinas Rethink” que ha tenido lugar esta mañana en el showroom de Ofita en Barcelona, organiza por Grupo Vía.

Estas nuevas culturas empresariales van unidas a conceptos de trabajo flexible. “Las empresas están modificando la forma de trabajar de un concepto totalmente obsoleto. Pasamos de sentarnos en el mismo puesto de trabajo cada día, durante toda la jornada laboral, a una nueva forma de trabajo, representada por el “trabaja cuando y donde quieras”, en la que priman los resultados por encima del control y la presencia en la oficina.

Hoy, todo nuestro hábitat se convierte en un posible espacio de trabajo. Se reducen las necesidades de espacio de la oficina, y se extiende el concepto de “hotdesking”.

En su opinión, la tendencia al trabajo flexible es imparable puesto que se traduce en importantes ventajas competitivas, al alinear las necesidades de la empresa con los intereses de sus empleados.

“Podemos hablar de: Incrementos de la productividad global superiores a un 20%,  y de reducción de costes de más un 30%, debido a la racionalización de los espacios”.

El concepto de trabajo flexible ha revolucionado totalmente el diseño de la oficina. ¿Si podemos trabajar en cualquier lugar, para qué vamos a ir a la oficina? “El rol de la oficina cambia en estos nuevos modelos organizativos”.

Está claro que la oficina no va a desaparecer, “pero sí es cierto que su diseño está sufriendo una revolución imparable”.

Por una parte, el trabajo flexible genera un uso menos intensivo del puesto de trabajo tradicionalmente asignado, y, por otra, están  apareciendo nuevas tipologías de espacio hasta hace poco inimaginables, desde salas de billar hasta huertos urbanos, por ejemplo.

En la oficina actual vemos ya cómo conviven los puestos asignados con las áreas no territoriales; salas de proyectos para el trabajo en equipo, con las zonas para el trabajo concentrado individual; los Phone Box para el trabajo confidencial con las zonas de colaboración compartidas; y los despachos con las áreas de colaboración informal y los espacios de relax…

Por otra parte, la oficina se planifica en función de la presencia real de los empleados frente a la asignación tradicional: 1 trabajador, 1 puesto de trabajo. “En ese modelo ya obsoleto, cerca del 40% de los puestos están vacíos durante muchas horas e incluso días, mientras los espacios de reunión están saturados”, afirma el director comercial de Ofita..

Por lo tanto, el modelo cambia, y no sólo a nivel del número de puestos de trabajo o de su tamaño.

Según Ofita, mientras el número de despachos disminuye en torno a un 60%,  las zonas de interacción son los espacios que más se están demandando en los diseños de las oficinas actuales, por lo menos en los proyectos que nosotros estamos realizando.

Por una parte, están los espacios de trabajo en grupo, que suelen ser flexibles y adaptables, y varían según las necesidades de cada momento.

“Muchas empresas optaron por implantar este tipo de puestos de trabajo por el ahorro asociado a la  reducción del espacio, pero lo cierto que ese tipo de diseño también se traduce en importantes beneficios, desde un aumento de colaboración  entre empleados a la reducción del correo interno o el aumento de la creatividad”, asegura Martín López.