La economía circular representará el gran desafío de las próximas décadas, influirá en todas nuestras actividades comerciales y aportará beneficios económicos, sociales y ambientales claros: eficiencia en el uso de los recursos, menor riesgo en el suministro de materias primas, innovación, reducción de las emisiones de gases efecto invernadero y mejora del bienestar y la calidad de vida.
Hablamos de un futuro que ya empieza a ser una realidad porque las nuevas generaciones quieren un cambio. La creciente concienciación medioambiental de los consumidores está dando como resultado una mayor demanda de prácticas sostenibles en los procesos y productos ecológicos, fabricados bajo el modelo de producción de economía circular.
Esta realidad está teniendo ya un fuerte impacto en el diseño y en la industria de la oficina. El hecho de que un mueble de oficina sea más o menos sostenible depende de su ciclo de vida, su duración y la posterior gestión de sus residuos. ¿Pero qué entendemos por este concepto de economía circular?
La economía circular implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. Se basa en el aprovechamiento de recursos, reduciendo tanto el uso de materias primas como la generación de residuos.
La elección de los materiales y el diseño de un mueble son claves para conseguir mobiliario sano para el planeta. En este sentido, hay que pensar en diseños funcionales que tengan más de un uso, diseños con una vida útil prolongada o que puedan desmontarse fácilmente para ser reciclados, por ejemplo.
Qué es la economía circular
La economía circular es un modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo. La economía circular se basa en la regla de las 7R: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, reciclar y recuperar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para dotar de un valor añadido al objeto.
El modelo de economía circular se opone a la forma actual de producir y consumir artículos, llamada economía lineal, que consiste en extraer materias primas, convertirlas en productos y luego desecharlos, sin tener en cuenta otras variantes como el bienestar ecológico.
Mobiliario y economía circular
10 millones de toneladas anuales de muebles son descartados por sus propietarios (empresas o particulares) en el conjunto de los países europeos. La mayoría de estos residuos tienen como destino el vertedero o la incineración. Este es uno de los datos destacados del informe Circular Economy Opportunities in the Furniture Sector publicado por European Environmental Bureau, que es la mayor red europea de organizaciones medioambientales de ciudadanos y que reúne a 170 organizaciones de la sociedad civil de 35 países.
Este documento afirma que la economía circular tiene el potencial suficiente para ayudar a contrarrestar este desperdicio de muebles a través de la recuperación, renovación y remanufactura de los mismos, favoreciendo la recuperación del valor de cada pieza.
En este camino, los fabricantes de materiales y muebles estamos explorando actualmente las posibilidades de establecer nuevos modelos comerciales circulares y además crear entornos de trabajo saludables. Para ello, en Ofita trabajamos día a día para hacerlo posible.
Ofita, Premio Pacto Verde
Así, recientemente Ofita recibió el Premio Pacto Verde en reconocimiento a sus buenas prácticas sostenibles, y especialmente que los productos desarrollados por Ofita cuentan con la certificación ISO 14006 de ecodiseño, así como sus buenas prácticas en temas como la reducción de las huellas de carbono e hídrica y la economía circular, entre otros.
Los productos Ofita desde hace muchos años son ecodiseñados. Esto significa identificar en el momento mismo en que se proyecta un producto, todos los impactos ambientales que se pueden producir en cada una de las fases de su ciclo de vida, con el fin de intentar reducirlos al mínimo, sin menoscabo de su calidad y aplicaciones.
Además, Ofita fue la primera empresa española con la certificación de sostenibilidad LEVEL® nivel 2, que establece que un producto es sostenible desde múltiples perspectivas y, para ello, no solo evalúa las características del producto, sino también las de la organización y las instalaciones donde se fabrica el mueble. Valora criterios como la responsabilidad social de la compañía, su uso de la energía y el impacto sobre el medioambiente y la salud humana.
