Ergonomía en el trabajo es el conjunto de conocimientos científicos aplicados para que nuestra actividad, los sistemas, productos y ambientes se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de la persona. Por lo tanto, el sentido de la ergonomía laboral es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del ser humano.
Según la Asociación Española de Ergonomía, los principales objetivos de la ergonomía en el trabajo son:
- Identificar, analizar y reducir los riesgos laborales (ergonómicos y psicosociales).
- Adaptar el puesto de trabajo y las condiciones de trabajo a las características del operador.
- Contribuir a la evolución de las situaciones de trabajo, no sólo bajo el ángulo de las condiciones materiales, sino también en sus aspectos socio-organizativos.
- Controlar la introducción de las nuevas tecnologías en las organizaciones y su adaptación a las capacidades y aptitudes de la población laboral existente.
- Establecer prescripciones ergonómicas para la adquisición de útiles, herramientas y materiales diversos.
- Aumentar la motivación y la satisfacción en el trabajo
Ergonomía en el puesto de trabajo y cómo incrementa la motivación y la productividad de los trabajadores
¿Por qué es importante la ergonomía en el trabajo, y especialmente en la oficina? La masiva incorporación de la población a puestos de trabajo de oficina y el uso generalizado de los equipos informáticos dio lugar hace años a una creciente incidencia de enfermedades laborales, como consecuencia de condiciones ambientales inapropiadas, el estrés y la adopción de posturas incorrectas y el excesivo sedentarismo propio de este tipo de trabajo, entre otros causantes.
Aplicar la ergonomía en el trabajo, con espacios y equipamientos que se adapten a las personas, previene molestias y enfermedades, crea estados psicológicos saludables y reduce los índices de absentismo laboral. Por lo tanto, un espacio de trabajo ergonómico incrementa la productividad de las personas. Si se sienten bien, indudablemente, trabajan mejor.
Además, reduce los costes derivados de los índices de absentismo laboral relacionados con un diseño incorrecto del lugar de trabajo. En Estados Unidos en empresas que implantaron un programa de ergonomía en el trabajo se redujo en alrededor de un 80 por ciento los gastos de compensación de los trabajadores.
En Estados Unidos en empresas que implantaron un programa de ergonomía en el trabajo se redujo en alrededor de un 80% los gastos de compensación de los trabajadores.
Diferentes estudios señalan que gracias a la ergonomía del puesto de trabajo se mejora el rendimiento del trabajador entre un 20 y un 25%. Por el contrario, si no es el adecuado, puede incrementar la fatiga y el malestar; crear estados anímicos poco saludables (depresión, ansiedad, irritabilidad…) y diferentes enfermedades. En este sentido, la oficina se convierte en un importante factor de motivación para las personas, cuando les proporciona bienestar y calidad de vida.
La ergonomía en el trabajo, por otro lado, y cada día en mayor medida, es un valor en alza en las políticas de captación y retención del talento. Además de los incentivos salariales o de los planes de formación a medida, los trabajadores valoran cada vez más el equilibrio entre su vida profesional y privada, la autonomía, la flexibilidad y la capacidad de elección. Y demandan más que nunca espacios de trabajo que fomenten su salud -física, emocional y social- y bienestar.
Las empresas, por su parte, se preocupan más por diseñar oficinas humanas, sanas y confortables, aplicando la ergonomía del puesto de trabajo. Y no sólo por las presiones derivadas de las políticas de Prevención de Riesgos laborales, sino también porque saben que puede estar en juego la eficacia y retención de sus empleados.
Problemas de no apostar por la ergonomía laboral
Podemos dividir en tres grupos los problemas más comunes relacionados con una mala ergonomía del puesto de trabajo, que padecen las personas que trabajan en una oficina:
- Alteraciones visuales: quemazón, picores, tensión, borrosidad, vértigos, etc.
- Problemas musculoesqueléticos: cervicales, dorsalgias, lumbalgias, etc.
- De índole emocional, psicológico: trastornos del sueño, ansiedad, estrés…
El dolor de espalda es una de las causas más frecuentes de absentismo laboral. Por ejemplo, se calcula que el 16 por ciento de las bajas de Estados Unidos está provocado por molestias en la espalda. Otra de sus manifestaciones más frecuentes es el “síndrome del túnel carpiano”, relacionado con el movimiento repetitivo que obliga manejar el teclado. Se trata de un desorden en el nervio que ocurre cuando éste recibe demasiada presión a través de los ligamentos carpianos de la muñeca.
Según un estudio de Ofita, el 30% de los trabajadores se queja de dolores de espalda (el 80% ha padecido algún episodio de dolor de espalda en su vida), el 17% de dolor muscular en brazos y piernas y el 45% declara trabajar en posturas dolorosas o que provocan fatiga. Incidencias que podían haberse evitado, ya que están relacionadas con la ergonomía en el laboral y especialmente con la ergonomía del puesto de trabajo.
Ergonomía en el trabajo y diseño de oficinas
Estamos hablando de la necesidad de diseñar espacios de trabajo ergonómicos, pero ¿qué entendemos por una oficina ergonómica? Para serlo, una oficina debe reunir ciertas características que se alcanzan realizando un exhaustivo análisis tanto de la empresa como de cada puesto de trabajo.
La ergonomía laboral de la oficina parte del análisis de diferentes factores: la cultura de la empresa, su estructura, flujos de comunicación, dinámicas de trabajo, ocupación del espacio, etc. Es decir, se realiza un pormenorizado estudio sobre qué departamentos existen en la empresa, la relación entre ellos, qué tipo de espacios requieren cada una de las dinámicas de trabajo, como interactúan los equipos, qué zonas comunes necesitan; el ratio de ocupación…
Por su parte, la ergonomía del puesto de trabajo nos enseña que no solo la oficina, como espacio, debe ser ergonómica; cada puesto debe cumplir una serie de requisitos. El primero: que se adapte a su usuario y a su actividad y responda al concepto de ergonomía dinámica; es decir, si las personas y sus funciones cambian, también la oficina y los elementos que la componen deben evolucionar. Además, el puesto tiene que disponer de espacio suficiente para para que el usuario se pueda mover y no se vea obligado a adoptar posturas forzadas por no disponer de espacio suficiente. Deberían quedar al menos 1,5 m libres detrás de la mesa, puesto que el usuario tiene que poder acceder a su entorno.
Sede Endesa, mobiliario Ofita.
La importancia del mobiliario de oficina en la ergonomía laboral
Otro requisito básico del puesto de trabajo es que el mobiliario de oficina responda a un diseño ergonómico. Cuando no es así, surgen las patologías tan comunes en una oficina que ya hemos comentado: dolor de espalda, de cuello, molestias oculares… Lo mejor es prevenir. Dejamos ya atrás hace años los cubículos lúgubres y oscuros, con estrechas mesas e incómodas sillas. Afortunadamente, hoy podemos acceder, gracias a propuestas como las de Ofita, a mobiliario de oficina ergonómico que contribuye a mejorar el bienestar de las personas. Especialmente recomendables a este respecto son, por ejemplo, las mesas regulables en altura, como Multilevel o Easylevel.
Mesa elevable Multilevel de Ofita
Un estudio realizado por el Instituto Estatal Noruego sobre los efectos de las molestias de espalda entre los trabajadores que realizan tareas administrativas, puso de relieve que la ergonomía laboral, especialmente las mejoras introducidas con criterios ergonómicos en el diseño de los lugares de trabajo y los asientos de los trabajadores permitieron reducir a la mitad el absentismo relacionado con molestias de espalda y disminuir el índice de rotación de la plantilla del 40 al 5 por ciento, además de posibilitar la reincorporación al trabajo del 40 por ciento de los trabajadores en situación de baja por enfermedad.
Cuando hablamos de mobiliario ergonómico, cada elemento es importante. Por ejemplo, la elección de las divisorias y paneles tiene un fuerte impacto en el confort acústico y visual.
La silla ergonómica, clave en la salud y el bienestar de los trabajadores
La mayoría de las dolencias musculares relacionadas con la oficina tienen su origen en una mala elección de la silla sobre la que las personas permanecen sentadas más de ocho horas diarias. Para que una silla sea saludable y no ocasione estos problemas, su diseño debe responder a criterios ergonómicos y no sólo a los puramente estéticos, de modo que el usuario encuentre en el asiento el apoyo que necesita para mantener una postura correcta y saludable. Esto significa que debe ser capaz de adaptarse a la complexión física de su usuario y a la actividad que éste realiza, lo que le permitirá adoptar una postura correcta en todo momento.
Así, la silla ergonómica y saludable debe cumplir ciertos requisitos, por ejemplo:
La silla debe adaptarse a su usuario; a la variedad de individuos. Para ello deberá estar dotada de: giro, movilidad, regulación de altura del asiento (los pies deben estar apoyados totalmente en el suelo), regulación de altura del respaldo (para que permita un apoyo lumbar correcto) y regulación de altura del reposabrazos. La regulación de profundidad del asiento también puede ser importante para personas demasiado altas o bajas. La silla de oficina tiene que adaptarse perfectamente también a las diferentes actividades. Para ello es necesaria la regulación de las inclinaciones del asiento y del respaldo.
El respaldo debe hacer posible que la espalda esté correctamente apoyada. Debe posibilitar que adoptemos una postura erguida, brindando apoyo al tronco en su totalidad, y en particular es especialmente importante el apoyo del área lumbar.
Silla Play de Ofita.
Para adoptar la postura correcta, es necesario sustituir posturas estáticas por la de estar sentado en movimiento activo. Para ello, el respaldo de la silla no debe ser excesivamente rígido. Tiene que permitir cierta flexibilidad, moviéndose en pequeños ángulos sobre una posición fija. En este sentido, se recomiendan sistemas que permitan la sincronización de movimientos asiento/respaldo. Además, las sillas de trabajo deben ser giratorias y sus bases han de estar dotadas de 5 radios para evitar su vuelco, frente a las antiguas cuatro patas.
Si quieres conocer más detalles sobre los requisitos que debe tener una silla de oficina ergonómica, no te pierdas este anterior post en el que también hablamos de ergonomía en el puesto de trabajo. Además, en este otro artículo, se detallan los aspectos a tener en cuenta para que una mesa de trabajo sea ergonómica.
La ergonomía en el trabajo y las condiciones ambientales
Además del mobiliario, las condiciones ambientales de las oficinas son causa de enfermedades y molestias. Las de mayor impacto son la climatización, el ruido y la iluminación. En esta Guía de IBV y Aespla, patrocinada por FAMO, encontrarás recomendaciones y pautas para mejorar la ergonomía en el trabajo. Descargar guía.
Ergonomía del puesto de trabajo y hábitos saludables
Está claro que la ergonomía en el trabajo está estrechamente relacionada con la salud y el bienestar de los trabajadores. Aplicando los criterios de la ergonomía laboral, las organizaciones logran entornos mucho más saludables, pero además hay pequeñas pautas que todos podemos incorporar en nuestro día a día para mejorar nuestro bienestar; por ejemplo:
- Cambiar de postura frecuentemente, y levantarnos de vez en cuando.
- Seleccionar mobiliario de oficina y equipamiento que cumpla con las recomendaciones ergonómicas. También en nuestro hogar. Aquí encontrarás algunas propuestas ergonómicas y saludables para el home office.
- Variar las tareas que realizamos, utilizando diferentes espacios de la oficina.
- Organizar la mesa, colocando los elementos de mayor uso, como el ratón o el teléfono, de forma que pueda alcanzarlos fácilmente.
- Realizar estiramientos dentro y fuera de la oficina, que ayudarán a reducir la fatiga y mejorarán la circulación.
- En la oficina, levantar la vista y enfocar un punto lejano para descansar. También es bueno cerrar los ojos con la ayuda de las palmas de las manos, pero sin presionar.
- Para los dolores de muñecas y dedos, un buen ejercicio es lavarse las manos con agua fría a menudo. Esto mejora la circulación y alivia las molestias.
- Para evitar dolores de espalda, una vez descartadas las enfermedades, es muy recomendable realizar cada 45 minutos microdescansos de 2 minutos, ejecutando estiramientos de brazos, piernas y columna. Los descansos cortos y regulares son más beneficiosos que las pausas más largas cada menos tiempo.
- De vez en cuando estirar y doblar alternativamente las piernas, y trabajar variando la postura de los antebrazos.
- No utilizar nuestra silla en la posición que nos la entreguen. Tenemos que ajustar la altura del asiento, su inclinación…
- Intentar alternar el uso del ratón con mano derecha e izquierda indistintamente.
- Realizar ejercicios de respiración. Aspiramos profundamente por la nariz. Aguantamos el aire durante tres segundos. Después espiramos lentamente por la boca: damos ocho respiraciones cortas seguida de una larga.
- Rodearnos de alguna planta y de objetos que aporten toques de color a nuestro puesto de trabajo.
- Para ejercitar los músculos focales, miraremos alternativamente objetos cercanos (a unos diez centímetros) y lejanos (a más de 6 metros) por la ventana, fijándose en los detalles.
… y recordaremos que para que la oficina sea sana, además de ergonómica, debe respetar al Medio Ambiente. Si el espacio de trabajo está enfermo, también las personas se sentirán mal. Pensemos todos en el Planeta en nuestro día a día en la oficina.
